Este verano está siendo uno de los más calurosos de la historia. En algunas zonas de España las temperaturas han sobrepasado ampliamente los 40 grados haciendo que la estancia en la calle, sobre todo a determinadas horas, fuese insoportable.
Durante varias semanas la mayoría de las provincias, especialmente las del interior, han estado en alerta. Lo que implica temperaturas cerca de los 45 grados en las horas centrales del día y de 33 grados por la noche, auténtico infierno que ha provocado numerosos problemas por toda España.
Pero no sólo las personas hemos padecido las temperaturas desérticas de este agosto, las infraestructuras también se han visto perjudicadas. En Zaragoza, donde los termómetros han oscilado en torno a los 41-43 grados, han tenido varios problemas con las líneas telefónicas.
La ciudad ha registrado varias incidencias repartidas por toda la urbe la semana pasada, tres estaciones base de Telefónica han activado los sistemas de seguridad ya que las altas temperaturas no sólo podrían estropear el sistema sino también provocar incendios debido al calentamiento del material.
Los incendios han sido los protagonistas durante este verano provocando grandes pérdidas materiales y por desgracia también humanas. Por ello las medidas de prevención, sea cual sea el ámbito, se hacen imprescindibles durante estas fechas.