Ya es oficial, Vodafone compra Ono. La Comisión Europea ha estudiado el caso y dictaminado que no infringe ningún tipo de ley respectiva a la competencia y respeta la legislación europea. La operación, que había sido comunicada el pasado 23 de mayo, está valorada en 7.200 millones de euros.
Lo que según dicha Comisión ha hecho viable la compra es que actúan en ámbitos distintos: Vodafone en telefonía y conectividad móvil, y Ono en fija, de forma que no acapararán un mercado y seguirán teniendo competidores como Telefónica, Orange y Jazztel.
Desde la directiva de Vodafone esperan que, una vez dado el visto bueno, la operación se complete en un par de semanas. Esta compra no afectará para nada a los servicios de los que disfrutan los clientes en ninguna de las dos empresas. Por otro lado, el objetivo de toda la operación es poder crear una oferta conjunta que aproveche tanto la red de fibra óptica de Ono como el 4G de Vodafone, de forma que sus clientes puedan disfrutar de la alta velocidad tanto dentro como fuera de casa.
Entre otras cosas, todo ha supuesto que Ono no saliera a bolsa, como estaba previsto a principios de año y pone de manifiesto el buen momento por el que la compañía inglesa pasa. El último año fiscal, Vodafone ganó 71.304 millones de euros a pesar de la crisis económica que azota el continente.