A través de su blog, la operadora francesa Orange ha anunciado que su filial en España ha sido la primera en probar sobre el terreno y con tráfico de red real un enlace de red de fibra óptica que admite velocidades de hasta 400 Gbps.
Como las frías cifras muchas veces no nos dicen nada, una explicación más simple de este logro es que, una vez implementado, ello permitirá a Orange España duplicar el volumen de tráfico en sus redes.
Esta consecución no carece de importancia, pues si el tráfico en la red se ha incrementado en los últimos tiempos, todas las partes implicadas coinciden en indicar que lo que nos espera en el futuro es un incremento todavía mayor.
Dicho incremento será debido a diversos factores: por un lado, la llegada masiva de la fibra al hogar, ha impulsado el consumo de servicios de transmisión en línea por streaming, como Netflix o cualquiera de los servicios televisivos a la carta que ofrecen las operadoras. Esto ha hecho que, a su vez, la forma de consumir contenidos vaya cambiando, y decantándose todavía más por el «a la carta» a través de la red.
La entrada en escena de la 5G, que se prevé estimulará todavía más el consumo de estos contenidos pero esta vez en los móviles, ya que su mayor velocidad y menor latencia nos permitirán descargar una película en unos pocos segundos, o jugar en streaming. Las células de la 5G estarán conectadas a la red mediante fibra óptica, por lo que necesitarán un acceso de mayor capacidad que los existentes hasta ahora para soportar todo el volumen de comunicaciones que «amenaza» con llegar.
Un último factor será la expansión de las posibilidades de la tecnología con nuevas aplicaciones, como los vehículos conectados o la IoT, que poblará nuestro día a día con muchos dispositivos conectados que, hasta la fecha, no existían. Y estos requerirán de conectividad, ya sea a través de la 5G o de una red local que, en cualquiera de los casos, terminarán en una fibra.