El cuarto operador móvil de España, Yoigo, se encuentra estudiando posibilidades y ha solicitado a TeliaSonera, la empresa sueca que tiene el 76.6% de su capital, nuevas opciones para poder competir en el mercado local debido a la gran bajada de portabilidades que ha caído desde septiembre de este año.
Su tarifa estrella (Sinfín, de 20GB y llamadas ilimitadas), había conseguido un enorme crecimiento este año, pero la empresa la dejó a un lado para lanzar una nueva tarifa de 8GB que fue muy rápidamente replicada por Amena (con 7 GB), lo que le ha llevado a perder fuelle y depender mucho de su tarifa anterior.
¿Cuál es su gran problema? Que el mercado se ha reorientado hacia la convergencia fijo, móvil y TV, un nicho dominado por los tres grandes y contra quienes Yoigo no puede competir. Eso hace que también se lleven gran parte del mercado móvil en el que compite Yoigo, y el triunfo de su tarifa de 20GB era justamente la gran cantidad de datos que ofrecía a un gran precio.
Sin embargo, esto le ha traído otro problema: el gran tráfico de datos que ofrece termina ocupando la red de Movistar en 4G, dado que la cantidad de emplazamientos de sus antenas como también la cantidad que tienen son muy inferiores al de la empresa líder, lo que le lleva a tener que abonar anualmente casi 100 millones de euros a Movistar por ese uso de su red ya que los móviles se conectar de forma automática a ella por ser una señal más fuerte.
Su plan para ello es ampliar la cobertura 4G en todo el territorio, una inversión de 25 millones de euros que le permitirá llegar con cobertura 4G a un total del 80% de la población de España.