En una entrevista concedida a El
País, el ministro de Industria, Joan Clos,
dejó caer un par de frases que, si bien pueden pasar
desapercibidas en el contexto, no dejan de ser altamente reveladoras,
y de gran importancia, para todos a los que nos afectan las
decisiones referidas al canon digital y a la regulación de las
descargas de Internet.
Lo primero que la atención es la
rotunda afirmación de que, ya que los interesados, sociedades
recaudadoras y fabricantes, no llegaron a ningún
acuerdo dentro de los plazos,
el Gobierno esta trabajando activamente para regular
el canon y que todo este listo «para que esté listo para
el próximo año«. Curiosa forma de enfocar un
retraso
de cerca de 10 meses.
Si tenemos en cuenta que el canon
digital se aplicará con carácter retroactivo
, a no ser que, antes, algún acontecimiento de carácter
apocalíptico lo remedie (que la tierra se abra y se trague
todas las sedes de la SGAE, por ejemplo), tendremos que estos
retrasos, tan minimizados en las declaraciones a los medios, puede
ser ruinoso para muchos modestos fabricantes, que tendrán
que absorber unos pagos millonarios, correspondientes al canon
de unos artículos que ahora, por falta de legislación,
tienen que vender sin aplicárselo.
Por otra parte es de destacar que 1.200
millones al año, que es la cifra que, actualmente, se
baraja como cercana a las pretensiones de la SGAE & Cia., le
parece al señor ministro exagerada». Algo es algo,
que se tome algo a nuestra cuenta, pero que sea en la cafetería
del Congreso, que es barata.
En cuanto a las descargas de Internet,
tras los sustos del 17bis,
era tema obligatorio. Para el que, a estas alturas, se crea algo de
lo que escucha y la mitad de lo que ve, que no es nuestro
caso, la respuesta fue tranquilizadora: No van a intentarlo de
nuevo. Clos considera que «el proceso de las descargas por
Internet está creciendo muchísimo y es
prácticamente imposible regularlo de manera eficiente»,
y aplicando, suponemos, el refrán «de perdidos, al río»,
se considera que, tanto él como sus compañeros de
partido, están “en el bando de los que promovemos la
libertad«.