A partir de 1 de abril, Telefónica aumentará el coste de la cuota de abono, la cual no había variado desde 2008, hasta los 14,38 euros al mes. Esto supone una subida del 2,9% si se compara con el precio actual de 13,974 euros, una cifra equivalente al IPC (Índice pre Precios al Consumidor) de 2012.
Según han señalado fuentes de Europa Press, esta subida únicamente repercutirá al 15% de sus clientes, mientras que el 85% restante que tiene contratada una línea fija con Telefónica y que dispone de alguna de sus tarifas planas, como ‘Movistar Fusion’, ‘Planazos’ o ‘Tarifa Plana Hogar’, no observarán ningún incremento en sus facturas.
A pesar de que el precio quedará fijado en 14,38 euros, todavía la compañía mantiene su tarifa por debajo de la media europea de 15,26 euros mensuales, y es incluso inferior al precio estándar de la cuota de abono que ofrecen los demás operadores españoles, (15 euros de media).
Según los datos proporcionados, el encarecimiento sólo afectará a 1 de cada 10 min tarifados en telefonía fija.
Igualmente, la factura tipo del cliente con teléfono fijo y sin tarifa plana, que ahora ronda los 20 mensuales (14 de cuota de abono y 6 de llamadas), sufrirá un aumento al mes de unos 60 céntimos de euro.
A finales del año pasado, el consejo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), aprobó una resolución en la que acreditaba la propuesta con la que Telefónica podrá subir la cuota de abono sin sobrepasar el valor del IPC, entre los años 2013 y 2016 inclusive.
«Dado que la próxima revisión de este mercado deberá hacerse antes de dicha fecha, queda salvaguardado este nivel de precios al menos hasta dicha revisión, momento en el que la CMT podrá volver a analizar y pronunciarse sobre el mismo«, señalaba el regulador en su conclusión.
Hasta ahora, el único precio que seguía estableciendo la CMT era la cuota de abono (también conocida como ‘alquiler de línea’) congelada desde 2008.
La propuesta de cese en la fijación de costes de la cuota de abono, surgió después de que el regulador descubriera, gracias a un estudio del mercado minorista de acceso a la telefonía fija, que la situación competitiva «había mejorado sustancialmente, en particular, por la presión de los servicios empaquetados».