Devolo Gigagate: lleva Internet por cable a donde quieras

Hace unas semanas resolví un handicap que me ha permitido colocar fibra en mi hogar. Me explico: resulta que, hasta ahora, tenía el router ADSL en una habitación, con un largo cable que pasaba por todo el pasillo y rodeaba el comedor para ir a encajarse en la roseta, la misma en la que muchos años atrás solo había un teléfono, y que era el cable que llevaba la señal al router. El teléfono colgaba del router.

Pero, aprovechando la ocasión, quería cambiar también un par de cosas, y una era este molesto cable de teléfono que cruzaba casi toda la casa.

Al tener mi ordenador de sobremesa conectado mediante un cable Ethernet al router ADSL, ya que el ordenador carece de conectividad inalámbrica, la opción más fácil para resolver la ahora lejanía del router de fibra era adquirir una tarjeta Wi-Fi para el sobremesa. No obstante, otro handicap complicaba esta opción.

Pese a que hace años que me dedico a escribir sobre tecnología, provengo del mundo técnico, y ejercí durante unos cuantos años como técnico informático e, incluso, como empresario tecnológico con mi propia empresa junto a otros socios, que dejé hace años, pero de esa época todavía me quedan algunos clientes de mantenimiento, y raro es el mes que no me tengo que traer a mi taller doméstico algún ordenador que no acaba de funcionar bien, muchos de los cuales son sobremesas que carecen de conectividad Wi-Fi.

Este punto hace inviable el utilizar de forma exclusiva una configuración Wi-Fi, ya que en muchos casos la instalación de la tarjeta podría ser complicada, inviable o, por lo menos, representar una pérdida de tiempo. Así que necesitaba, por lo menos, un puerto Ethernet en mi taller/despacho y, a poder ser, incluso más de uno.

Hay varias soluciones en el mercado que podían solucionar mi problema, pero la que me llamó más la atención fue la de Devolo, concretamente el producto llamado Gigagate.

Un puente de 2 Gbps

La idea del Gigagate es simple: se trata de dos dispositivos, uno conectado al router mediante un puerto Ethernet a 1 Gbps, y a la vez conectado a la otra mitad del sistema Gigagate, mediante una Wi-Fi de 5 GHz dedicada para la comunicación de ambos dispositivos.

Esta segunda mitad del sistema dispone de cinco puertos Ethernet, cuatro de los cuales funcionan a 100 Mbps, y el último a 1 Gbps. Este dispositivo, llamado el satélite, también dispone de un punto de acceso Wi-Fi que opera en los 2,4 GHz siendo compatible con el estándar Wi-Fi 802.11 b/g/n, suficiente para llevar Internet inalámbrica a donde no llega la señal del router.

Imagen lateral de la unidad satélite del Devolo Gigagate
Imagen lateral de la unidad satélite del Devolo Gigagate

En mi caso particular, y como la cobertura Wi-Fi de la señal del router es suficientemente buena, he optado por desactivar y no utilizar la Wi-Fi que me proporciona el satélite.

Panel frontal de la unidad satélite del Devolo Gigagate, con varias luces LED indicativas de estado brillando
Panel frontal de la unidad satélite del Devolo Gigagate, con varias luces LED indicativas de estado brillando

¿Configuración? ¿Qué configuración?

La instalación de la base y el satélite Gigagate es extremadamente simple: solo hace falta tener un enchufe en cada una de las localizaciones donde se debe instalar cada uno de los dispositivos. La base debe ir necesariamente conectada al router mediante un cable Ethernet, mientras que el satélite va en otra habitación (donde se quiera, de hecho).

A partir de aquí, no hay que configurar nada más; ambos dispositivos vienen preconfigurados de fábrica y se conectan entre ellos automàticamente, permitiendo trabajar desde el primer instante con ellos, es decir: plug&play.

No hace falta nada más para funcionar con el hub integrado en el dispositivo satélite (que es el que utilizaremos de forma efectiva, y la verdadera razón de este sistema), pero disponemos de una app por si queremos controlar más en detalle la configuración del equipo.

Esta app, llamada Devolo Cockpit, se encuentra disponible para Windows, Mac OS X y GNU/Linux (para esta última plataforma, algo muy de agradecer por parte de los pocos usuarios que tiene en el desktop), y facilita el acceso a las páginas de configuración de los respectivos dispositivos, tanto la base como el satélite.

La aplicación Devolo Cockpit, que nos permite ver de forma gráfica la configuración de la red Gigagate y gestionar los dispositivos que forman parte de ella
La aplicación Devolo Cockpit, que nos permite ver de forma gráfica la configuración de la red Gigagate y gestionar los dispositivos que forman parte de ella

Dichas configuraciones son accesibles mediante sendas direcciones IP (en mi caso, basta abrir en un navegador web cualquiera la 192.168.1.36 para acceder a la base, y .37 para el satélite), pero desde la interfaz gráfica podemos ver una imagen gráfica de como queda la red, puesto que a la configuración básica de la base y el satélite, podemos añadirle otros satélites hasta un total de ocho, y descargar las actualizaciones del software de los dispositivos.

Desde la misma interfaz del Devolo Cockpit, podemos también dar un nombre a cada uno de los componentes de nuestra red Gigagate, ver las direcciones MAC de la base y el satélite o los diferentes satélites, y mostrar el manual de usuario del correspondiente dispositivo.

Si pensamos aprovechar el punto de acceso Wi-Fi que tenemos en el satélite, tenemos la posibilidad de utilizar una configuración instantánea mediante el botón WPS.

Múltiples opciones de funcionamiento

Desde la página de configuración del dispositivo base podemos elegir las funcionalidades de seguridad como el nivel de encriptación, la contraseña para acceder a la red, si debemos esconder o no el SSID (atención, si lo ocultamos, despidámonos de utilizar la configuración rápida WPS), el modo Wi-Fi (a+n+ac, a+n, a) para garantizar la compatibilidad con los dispositivos más antiguos de nuestro parque tecnológico, o el canal por el cual emitirá.

La hoja de configuración de seguridad de la estación base
La hoja de configuración de seguridad de la estación base

En el dispositivo satélite podremos especificar los parámetros del punto de acceso y, además, también clonar la configuración Wi-Fi de otro punto de acceso.

La opción de clonación de datos de red Wi-Fi
La opción de clonación de datos de red Wi-Fi

Conclusión: una solución idónea para neófitos

Su capacidad de poder funcionar sin tener que requerir de un proceso de configuración y la sencillez de su montaje, además de ser un dispositivo que disfruta de una cierta estética (y así, podremos montarlo en un lugar visible, como encima de un mueble), lo convierten en muy recomendable para el usuario neófito, que entiende su necesidad (conectar mediante cable uno o varios dispositivos que se encuentran alejados del router). Además, proporciona capacidades de extensión de la red, por lo que podemos acabar haciendo incluso un uso profesional de estos aparatos.

Si tuviera que buscarle puntos negativos, tal vez sería el hecho de que el satélite solamente disfruta de un puerto Gigabit, funcionando los cuatro restantes a 100 Mbps. No es que todos puedan funcionar a 1 Gbps, pero repartir una conexión de 2 Gbps entre dos o tres dispositivos podría comportar una mayor velocidad que solamente 100 Mbps.

Al respecto, y sobre este punto, sería interesante que si los demás puertos fueran Gbps, se pudiera garantizar la calidad de servicio Gbps en alguno de ellos para aplicaciones de juegos o streaming.

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