WhatsApp se está actualizando y añadiendo nuevas funcionalidades para grupos, una de las funciones más utilizadas de su servicio de mensajería instantánea.
Y es que ¿quién de nosotros no se encuentra en más de un grupo? de lo que sea: de «amigotes» para salir de fiesta, de la asociación de madres y padres de la escuela, de compañeros del trabajo, de antiguos alumnos de nuestra escuela,… ¿y cuántos de nosotros no los tenemos silenciados para evitar estar escuchando continuamente notificaciones de temas que son intrascendentes para nuestra actividad diaria?
La alta actividad en los grupos ha motivado, precisamente, a que una de las nuevas funcionalidades introducidas por WhatsApp en su cliente, sea un botón con el icono de la arroba (@) que encontraremos en la parte inferior derecha, y cuya pulsación nos llevará directamente a ver los mensajes en los que se nos menciona, o bien las respuestas a mensajes que hemos escrito.
Para saber de qué va cada grupo, WhatsApp también permitirá añadir una descripción que se verá en forma de resumen bajo la información del grupo. Más pensado para dejar claras las normas que permiten los envíos de mensajes al grupo o el comportamiento a mantener en este, dicha descripción aparecerá en la parte superior del chat cuando una persona se una al grupo.
A partir de ahora, también será posible saber quien forma parte del grupo desde la pantalla de información de este, gracias a la introducción de una nueva herramienta de búsqueda de participantes.
Para los administradores de grupos también contamos con nuevas herramientas. Para empezar, los creadores de un grupo ya no podrán ser expulsados de este. Dicha funcionalidad será muy útil para evitar «usurpaciones» en grupos que puedan ser conflictivos.
Los controles de administración se hacen más granulares, permitiendo elegir quien puede cambiar el nombre, el icono o la descripción.
Hasta ahora, solamente podíamos nombrar administradores que tenían, todos ellos, el máximo poder sobre el grupo y sus detalles. A partir de la nueva actualización de WhatsApp, y aunque formalmente no existan diversas clases de administradores, a la práctica podremos contar con estas, con un creador del grupo que disponga del máximo poder dentro de este, y una suerte de perfiles de administración con menores poderes (de hecho, los que quiera el fundador del grupo).
WhatsApp responde así a las necesidades tanto de usabilidad del grupo, como de disponer de un control más granular de la administración para resolver de forma rápida, y favorable a quienes crearon el grupo, conflictos que puedan surgir en el seno del grupo.